Cuando se realizan trabajos informáticos, en muchas ocasiones es necesario imprimirlos o escanearlos y, dependerá del tipo de trabajo/actividad, deberemos de utilizar un tipo concretode impresora/escaner.

Aunque para usos profesionales, las impresoras y los escáneres suelen ser equipos independientes (salvo las grandes fotocopiadoras empresarias), vamos a ver la clasificación pensando en equipos de impresión pequeños.

Podemos agrupar las impresoras en dos grandes grupos:

Impresoras en Blanco y Negro (B/N): Caracterizadas por imprimir en tonos de gris y negro todos los caracteres e imágenes. La mayoría de las impresoras para uso profesional solían ser de este tipo por la elevada cantidad de copias que permitían (mayoritariamente eran impresoras láser).

Impresoras en color: Imprimen utilizando diferentes cartuchos o tóner de color, con lo cual podemos conseguir una gran cantidad de colores en los documentos, incluso se obtienen fotografías de gran calidad.

Si vemos el apartado de cómo están construidas, nos vamos a encontrar esta agrupación:

• Impresoras matriciales: fundamentalmente son de B/N. Son impresoras que se basan en una matriz de puntos que actúan como alfileres que, al golpear una cinta de tinta (similar a la cinta de las antiguas máquinas de escribir), producen un texto o gráfico, según lo que hayamos enviado a imprimir. Aunque están en desuso, se siguen encontrando en las oficinas bancarias y organismos (albaranes, facturas, etc.), en los que se utiliza papel continuo o se necesita papel autocalcable, del que posteriormente se entrega una copia y se guarda el original. La mayoría de este tipo de impresoras eran en blanco y negro.
• Impresoras de inyección de tinta: pueden ser en B/N o color y que basan su funcionamiento en la expulsión de pequeñas gotitas de tinta de diferentes tamaños, sobre el papel de impresión. Se caracterizan por su bajo coste inicial y alta calidad de impresión, ya sea en blanco y negro o en color. Por contra, tienen un elevado coste los cartuchos de inyección, pero para pequeños trabajos, son muy cómodas de usar. Este tipo de impresoras, las podemos encontrar en formatos pequeños o "impresoras para el hogar" como "impresoras para negocios" y como "impresoras para empresas". Podemos encontrar impresoras de inyección de tinta de grandes dimensiones, para imprimir carteles, que se conocen como "plotter".
  
• Impresoras láser: pueden ser de B/N o color y son las impresoras preferidas en las empresas en las que se imprimen gran cantidad de documentos por la relación coste impresora/coste documento. Se basan en la utilización de un depósito de tinta en polvo (conocido como tóner), situado entre la hoja de papel y un dispositivo que calienta la tinta (conocido como fusor) y que, según se caliente el fusor en determinados puntos de la hoja, la tinta se convierte en líquida y queda depositada encima del documento, como se ve en un vídeo anterior de las impresoras láser a color. Tienen un coste inicial elevado, pero dado que el cartucho de tóner puede imprimir entre 1000/6000 copias según el modelo de impresora y tóner, su coste de impresión es bastante más bajo que las impresoras de inyección. Suelen tener un tamaño moderado, pero cuando se utilizan en grandes empresas, pueden medir más de 1 metro de altura y necesitar un carro de transporte para desplazarla, como la que aparece aquí, la LaserJet Enterprise M630F. Las podemos encontrar también en color, con 4 cartuchos de tóner, pero ya su precio se eleva considerablemente. Muchas tienen la posibilidad de adquirirse con tarjeta de red incorporada, para su uso en redes empresariales.
• Impresoras térmicas: el papel térmico es B/N y son las impresoras que utilizan los pequeños establecimientos para imprimir tickets de caja, códigos de barras, TPV (Terminales Punto de Venta), aunque las vamos a encontrar también para otros usos. Se basan en la utilización de un papel impregnado en tinta que por medio de un cabezal térmico, son capaces de producir la imagen o texto deseado, sobre el papel.
  
• Impresoras 3D: impresora para imprimir cualquier dispositivo 3D, utilizando un ordenador con una aplicación tipo Pronterface, Slice3D, FreeCad, etc. Permiten realizar diseños 3D a tamaño real o a escala (máx. 20 cms x 20 cms aproximadamente) utilizando filamentos PLA, ABS y otros materiales.

Existen muchos más modelos de impresoras, pero su uso no está tan generalizado puesto que se utilizan para aplicaciones específicas.

Características básicas de las impresoras/escáneres

Los parámetros que vamos a tener que tener en cuenta en las impresoras de uso normal, van a ser fundamentalmente los siguientes:

• Resolución de impresión: representa la nitidez con la que se produce la imagen impresa; se mide en puntos por pulgadas, ppp o en inglés dpi. Los valores típicos en las impresoras actuales están en 600 x 600 ppp, aunque hay disponibles modelos con mucha más resolución. En algunas ocasiones, nos encontraremos con el término resolución interpolada que consiste en tomar los valores anterior y posterior al punto que se quiere imprimir y aproximar su valor; no es una resolución real, sino evaluativa.
  
• Velocidad de impresión: expresa el tiempo que necesita la impresora para imprimir una hoja; este parámetro es muy importante en empresas que manejan un volumen muy elevado de documentos a imprimir, para evitar atascos o colas de espera.
• Formato de papel: la mayoría de las impresoras permiten imprimir en formato DIN A4, pero existen modelos que imprimen en A3 y en tamaños mayores (para tamaños mucho mayores nos encontramos con los plotter).
• Memoria interna: es la cantidad de memoria que tiene instalada la impresora (en algunas profesionales es ampliable) y que va a "almacenar" los documentos a imprimir, justo hasta el momento en que se realice la impresión. Suele ser ampliable en impresoras profesionales con "colas de impresión", que almacenan los documentos hasta que pueden imprimirlos; a más memoria, más capacidad de almacenamiento de documentos.
• Conexión en red de área local o por puerto USB. Las impresoras suelen disponer todas ellas de un puerto de conexión USB para conectarse directamente al ordenador; las de uso profesional y de altas prestaciones, disponen de una conexión de red de área local para conectarlas como un dispositivo de red más, que hay que configurar.
  

Hay otros parámetros que a veces es necesario tener en cuenta como pueden ser la alimentación de papel, tiempo necesario de calentamiento (en impresoras láser o similares), tipos de cartuchos de tinta, etc., que no se analizarán. En el caso de las impresoras 3D, tendríamos que contar el diámetro del filamento, velocidad de desplazamiento de ejes, altura de capas, entramado de capas, etc.

En la mayoría de las impresoras normales, el elemento característico es la resolución, es decir, la calidad con la que son capaces de imprimir las letras/símbolos/imágenes. Suele expresarse en Puntos por Pulgada y lo veremos como "ppp" (o dpi en inglés); cuanta más calidad queramos obtener en las imágenes, mayor deberá de ser este parámetro. Cuanto mayor sea la resolución, mejor calidad tendremos, lo cual es típico en las impresoras fotográficas.

Los modelos actuales, tanto de inyección como láser, los podemos encontrar en versiones solo impresora o multifuncionales (impresora, escáner y/o fax) y a su vez, pensadas para blanco y negro o para trabajos en color.

Algunas de las tareas de mantenimiento de los técnicos electrónicos/informáticos, se van a realizar también en las grandes máquinas fotocopiadoras, con lo cual puede ser interesante aprender a reparar equipos más pequeños para tener experiencia si nos surge trabajar en este área de grandes impresoras (lo que son las fotocopiadoras). 

Aunque no es precisamente una impresora para imprimir documentos, la impresora 3D, se utiliza para realizar figuras en 3 dimensiones,  y por esto la incluyo; podría ser similar a esta Prusa i3 Steel personal:

He dedicado a este tipo de impresoras tiene un capítulo aparte y puesto no se utiliza en oficinas normalmente, solo las menciono.

Las impresoras que se utilizan en muchos centros comerciales para pequeños tickets de caja, son impresoras térmicas, que pueden estar integradas en la caja de paga o tener un aspecto similar a la de la imagen, con la cubierta abierta mostrando el rollo de papel térmico, de una pequeña tienda de informática:

Otro tipo de impresora que sí es frecuente encontrar, son las impresoras láser, como esta robusta impresora láser HP LaserJet, que aunque obsoleta desde hace muchos años, aún funciona:

Las impresoras láser de color, suelen tener al menos 4 cartuchos o tóner con los colores básicos necesarios para imprimir con calidad incluso fotográfica. Aquí tenéis un vídeo explicativo de su funcionamiento:

Las impresoras de inyección de tinta, habitualmente conocidas como "multifuncionales", son las que más ampliamente están siendo utilizadas para casi todo tipo de trabajos en el hogar y oficina. Incluyen un dispositivo de escaneado de documentos y fotografías en la parte superior. La mayoría de los modelos imprimen en color.

Un modelo de este tipo, de hace unos años, pero aún totalmente operativo y con calidad fotográfica, es esta impresora de inyección:

Si comparamos esta impresora multifuncional con una más moderna, las variaciones se reducen básicamente a añadirle nuevas prestaciones, como por ejemplo conectividad WiFi. Así, un modelo de este año 2017 con Wifi, sería el que aparece en la fotografía:

Se puede observar que esta impresora también incorpora funciones de escáner y fotocopiadora: podemos situar un documento sobre el cristal y realizar una copia del mismo o escanearlo, según precisemos.

Aunque su uso es para situaciones en las que tenemos que escanear documentos en cualquier sitio, es posible encontrar algunos tipos de escáneres de mano, que nos van a permitir llevar el dispositivo en un bolso/mochila y digitalizar/escanear cualquier tipo de documento, como es el caso del modelo de la fotografía:

REPARACIÓN Y MANTENIMIENTO DE LAS IMPRESORAS

Cuando cualquier impresora ha sido utilizada durante un tiempo determinado, algunos elementos de las mismas es necesario sustituir, ya sea por desgaste de materiales (por ejemplo los rodillos de arrastre del papel) o por agotamiento (cartuchos o tóner sin tinta, ya sea líquida o sólida) o por obstrucción (en el caso de impresoras con los inyectores de tinta fijos en el bloque de la impresora).

En el caso de las impresoras de inyección de tinta de un fabricante muy conocido, los cartuchos que vamos a encontrarnos son similares a los de la fotografía, donde tenemos el cartucho usado a la izquierda y el nuevo a instalar en la impresora a la derecha:

El modelo concreto del cartucho de inyección, suele estar visible en la propia tapa de la impresora cuando la abatimos para acceder al soporte de los cartuchos. En el caso de la impresora HP 3633 WiFi, tendríamos en esta tapa el código 302:

Estos cartuchos incorporan los inyectores de tinta (la parte rectangular visible en azul en el cartucho usado y la blanca en el cartucho nuevo) en el propio cartucho. Así, si sustituimos el cartucho de inyección, estamos sustituyendo los inyectores de tinta. Esto nos asegura una calidad de impresión como nueva.

Siempre es recomendable, cuando no se utilicen los cartuchos, almacenarlos en su embalaje original, para evitar que se seque la tinta en los inyectores, ya que suele ser una bolsa metalizada hermética, como la de la fotografía:

Cuando abrimos el embalaje y extraemos el cartucho nuevo, viene con una etiqueta adhesiva protectora de los inyectores, que hay que desprender totalmente, como se aprecia a continuación:

Otros fabricantes de impresoras de inyección tienen los inyectores en el propio soporte de los cartuchos de tinta, con lo que si quedan obstruidos por falta de uso durante un período largo de tiempo, cuesta bastante volver a imprimir con la misma calidad que al comprarlas.

Una vez comprobado que el cartucho de inyección de blanco y negro o de color tiene la referencia correcta y está en perfecto estado, procederíamos a instalarlo en el hueco que le corresponde en el soporte de cartuchos. El fabricante ha previsto ya que pueda resultar sorpresiva la inserción del cartucho, y ha añadido unos dibujos de referencia para su colocación, como se aprecia en la fotografía:

En la otra impresora más antigua, también aparece indicada la posición de los cartuchos,pudiendo observarse los depósitos de tinta seca que quedan cuando se purgan automáticamente los cartuchos:

Conviene limpiar estos depósitos de tinta con un algodón empapado en alcohol isopropílico y protegiéndonos con guantes de nitrilo para no mancharnos las manos.

Una vez insertado el cartucho de color en su posición, nos quedaría así:

Otro elemento que se debería de sustituir, como indiqué antes, serían los rodillos que deslizan las hojas de papel durante el proceso de impresión. Desgraciadamente, dado el coste de los repuestos y el tiempo que hay que dedicarle a este tipo de tareas de mantenimiento, directamente se sustituyen por otra nueva, en el supuesto de tener fallos de este tipo.

A veces los fallos de no coger el papel son debidos a utilizar un papel con un peso (gramos/cm2) inferior al que recomienda el fabricante de la impresora.

En el caso de las impresoras láser, éstas tienen tres elementos básicos a cambiar/limpiar de forma periódica (aunque esta periodicidad es más larga que en el caso de las impresoras de inyección):

• Cartucho/s de tóner (en el caso de las impresoras láser a color, son 4 tóner).
• Fusor/es de tóner (calienta la tinta para que se deposite en el papel en forma líquida).
• Rodillos de desplazamiento del papel.

El cartucho de tóner, al menos el de blanco y negro, cuesta unos 60-70€ y puede hacer entre 1000 a 6000 copias impresas, dependiendo del fabricante y modelo de impresora y/o tóner, lo cual nos garantiza que imprimiremos algo así como 10 veces más que con un cartucho de inyección de 20 € en el peor de los casos, o 50 veces más, según sea el modelo de nuestro tóner. 

Los cartuchos de tóner de color incrementan su coste notablemente, llegando a superar los 300€ los tres tóner, ya que habitualmente hay que sustituirlos los 3 a la vez.

Aquí está una impresora antigua con su tóner remanufacturado (rellenado por otro fabricante y revisado) y que ha estado funcionando correctamente:

El fusor de tinta, que es la pieza que se ocupa de calentar la tinta del tóner que está en forma de polvo, tiene una vida útil que los fabricantes conocen muy bien y suministran repuestos para su sustitución. Desafortunadamente, es una tarea laboriosa su sustitución y a veces compensa comprar una impresora láser nueva por 80€ en lugar de reparar una usada.

Un fusor, cuando se compra como repuesto tiene una apariencia como el de la fotografía, antes y después de quitar la tapa de protección (que cubre la lente giratoria y el espejo para calentar la tinta en polvo):

Hay páginas web en las que aparecen las piezas que integran una impresora láser, pero una que tiene unas diapositivas muy gráficas y aclaratorias podéis verla aquí.

CONFIGURACIÓN DE LOS ORDENADORES PARA ACCEDER A LAS IMPRESORAS

La mayoría de las impresoras, sobre todo las departamentales o profesionales, van a requerir la instalación de un software (normalmente conocido como drivers), para que funcionen correctamente todas sus funcionalidades; esto es válido para la mayoría de los sistemas operativos.

Un ejemplo podrían ser los drivers de la impresora HP3639, que aparecen aquí.

Aún en el caso de estar los ordenadores conectados a una impresora en red, todos ellos deben de tener el software específico de la impresora, para que se imprimar todos los trabajos correctamente. Aunque la mayoría de los sistemas operativos pueden reconocer una impresora determinada, a veces algunas funcionalidades o prestaciones especiales, no las reconoce, sobre todo si la impresora se desarrolló con posterioridad al desarrollo del sistema operativo que utilizamos.

Métodos de conexión de impresoras

A la hora de conectar una impresora a uno o varios ordenadores tenemos varias formas de realizar la conexión.

Conexión en red de área local cableada o inalámbrica

Si la impresora dispone de tarjeta de red LAN cableada o WiFi, configuraremos la dirección IP de la impresora para que sea reconocida por los ordenadores a los que da servicio. Estas impresoras tienen un conector RJ45 o simbología que indica que dispone de conexión WiFi incorporada. En este último caso, seguiremos las instrucciones facilitadas por el fabricante para hacer visible la impresora desde nuestro ordenador portátil o sobremesa con tarjeta wifi o incluso, a través de la aplicación móvil desarrollada por el fabricante de la impresora.

Para ello, la mayoría de las impresoras disponen de un menú accesible desde el panel frontal de la impresora para configurar, básicamente lo siguiente:

- Resolución normal de trabajo.

- Dirección IP de la impresora, con su máscara de red, ya sea en red cableada o inalámbrica, así como una contraseña de acceso.

- Nombre de la impresora dentro de la red (por si hay varias impresoras del mismo modelo, poder diferenciarlas unas de otras), por ejemplo: "sala_de_profes1".

- Si los trabajos se imprimen nada más recibirse o si hay una "cola de impresión" establecida: lo último que se recibe, lo último que se imprime.

Conexión serie por USB

En el caso de una impresora normal (láser o de inyección) conectada a un ordenador directamente a través del puerto USB, el ordenador imprimirá los trabajos sin problemas; pero podemos utilizar esta impresora como una impresora corporativa (compartida entre muchos usuarios), hacer que esta impresora esté compartida para otros ordenadores, siempre y cuando estén todos ellos conectados en red de área local al ordenador conectado directamente a la impresora. Basta para ello con indicarlo en el panel de control de la impresora en el momento de realizar su configuración.

Conexión paralelo 

Esta es la forma en la que se realizaba la conexión de las impresoras a los ordenadores hasta aproximadamente la llegada de los Pentium IV, desde entonces la mayoría se han conectado por puerto serie USB. Utilizaban un cable paralelo específico; en la mayoría de los ordenadores este conector era del tipo DB25, como se ve en la imagen que aparece más adelante. Es posible encontrar en el mercado pequeños cables adaptadores que permiten que una impresora láser con bus centronics se pueda conectar a través de un puerto USB convencional.

A continuación tenemos el panel trasero de conexiones de una placa base en el que se observan el conector de impresora paralelo, de color rosa tipo DB25; varios puertos USB 2.0, un puerto serie de 9 pines COM1 y el conector RJ-45 para conexiones de red.

Estos mismos conectores, se encuentran en los equipos donde se conectan los cables:

El cable de impresora paralelo (color rosa) es el mismo o Centronics en las impresoras antiguas.

El cable USB y el RJ45 son idénticos en los equipos a los que se conectan.

El cable serie de 9 pines COM1 de color verde, puede ser macho o hembra, dependiendo del equipo al que se conecte.