ESTACIONES TERRENAS 

Cuando es necesario comunicar zonas remotas en las que no es factible realizar una comunicación vía cable, puede ser útil disponer de una alternativa denominada estaciones terrenas, que consisten básicamente en una conexión satelital con un nodo de comunicaciones. 

Este tipo de estaciones terrenas despegó en España a raíz de los Juegos Olímpicos de 1992, en su versión móvil. Era necesario dar cobertura de eventos deportivos en zonas en las que había que retransmitir durante unas horas/días un evento determinado y a continuación, éste se desplazaba a cientos de kilómetros. La manera más sencilla de prestar este servicio era por medio de los satélites, inicialmente por medio de los satélites Hispasat.

Se construyeron seis estaciones terrenas transportables para la operadora de telefonía dominante para los JJ.OO; un desarrollo totalmente nuevo basado en una estación de seguimiento de satélite miniatura montada en un camión equipado con grupo electrógeno de altas prestaciones, parabólica en el techo del camión y equipamiento innovador desarrollado por Alcatel Telspace y Alcatel España.

Estas estaciones terrenas estaban conectadas por medio de los satélites de los que disponía Movistar, con el Centro de Control de Satélites, también conocido como "CCS Guadalajara", desde el que se distribuía la señal de televisión procedente de estas estaciones terrenas a toda España.

Básicamente se trata de un servicio punto a punto, pero en vez de utilizar los típicos circuitos o líneas dedicadas de altas prestaciones, se utilizaba un satélite como estación repetidora o intermedia. Incluyo aquí un esquema obtenido de Internet que muestra como sería este servicio:

Este esquema muestra lo que serían las estaciones terrenas, en este caso fijas, enlazadas por satélite de forma que la señal llega al satélite desde una estación origen, siendo repetida por el satélite y llega a la estación de destino.

Esta arquitectura se utiliza hoy en día por ejemplo por Hispasat, para dar servicios de internet en zonas aisladas de países de América del Sur. Un ejemplo de este servicio lo pueden ver aquí, en donde se muestra una de las antenas típicas que se instalan en zonas rurales para dar servicio de internet. Debido al nivel de señal que se recibe desde el satélite, las antenas no tienen menos de 1,5 o 2 metros de diámetro para recibir un nivel de señal aceptable (cuanto más nivel se reciba, más velocidad de transmisión o recepción).

Junto a esta antena se encuentran situados los equipos demoduladores de la señal de radio, de los que aquí se muestran algunas de las primeras versiones. Este concretamente demodula la señal procedente del amplificador de bajo ruido o LNA situado junto al iluminador de la antena parabólica.

Este receptor demodula la banda base recibida desde la antena satelital, se conecta con un amplificador de bajo ruido de altas prestaciones para obtener un ancho de banda aceptable para dar servicio de internet.

Este amplificador de bajo ruido y altas prestaciones disipa bastante calor, por lo que se le han añadido aletas de disipación:

Después del demodulador previamente añadido se situarían los equipos demoduladores de datos que darían servicio de internet a la zona rural en la que se instale este equipo.

En otras ocasiones, nos podemos encontrar con este otro amplificador de bajo ruido, que aparece perfectamente identificado en su etiquetado:

Se puede apreciar en el lado izquierdo la junta tórica de presión y la lámina protectora del amplificador; con élla se evita que la humedad, agua, polvo, etc. que pudiera depositarse en la antena parabólica pase al iluminador y lo estropee. En los radioenlaces Melodies, Minilink (otro tipo de radioenlaces) este elemento de protección se conoce como radomo.

Si este conjunto de parabólica, demodulador le damos una calidad superior, utilizando equipamiento de altas prestaciones para velocidades de transmisión elevadas, tenemos las estaciones terrenas transportables anteriormente mencionadas.

Lógicamente para realizar una transmisión de 34 Mbit/s los equipos profesionales de altas prestaciones que obligan a disponer de un buen sistema de refrigeración/ventilación en los camiones, como se hizo en aquellas primeras 6 unidades de estaciones terrenas transportables.