Donde el río Manzanares termina de atravesar Madrid, terminan también las actuaciones urbanísticas que domestican sus riberas, tanto el "Madrid-Río", como el "Parque Bofill" y nos encontramos con otro parque, un parque de ribera, completamente lineal, que discurre bajo los puentes del ferrocarril y de las grandes autopistas del nudo "supersur", donde la N-IV se corta con la M-40 y que se extiende hasta la desembocadura en el Jarama, por zonas de alto interés geológico, arqueológico, histórico y natural.
En el paseo de hoy, apenas he cruzado la N-IV, es decir, he ido desde el entorno de la "Caja Mágica", pasando por la depuradura de la China hasta el nudo "supersur", unos 2,5 km de ida. Sin embargo, la fauna que he podido fotografiar ha sido abundante y extraordinaria, a pesar del entorno demasiado humanizado que podemos ver en la fotografía de la derecha.
Al cruzar el río por cualquiera de los puentes, es fácil ver ánades reales, (Anas platyrhynchos Linnaeus 1758) y, más escondidas entre la vegetación, las gallinetas de agua (Gallinula chloropus Linnaeus, 1758).
Al fresco de la mañana, los caracoles Eobania vermiculata, Müller, 1774 seguían activos sobre todo tipo de plantas.
Sobre la valla de la Caja Mágica, las torcaces (Columba palumbus Linnaeus 1758) intentaban desperezarse con los primeros rayos del sol.
Los que ya estaban activos eran los jilgueros (Carduellis carduelis Linnaeus 1758), los verderones (Carduelis chloris Linnaeus 1758), y los gorriones comunes (Passer domesticus Linnaeus, 1758) y molineros (Passer montanus Linnaeus 1758).
La sorpresa de la mañana me la dieron cuatro abejarucos (Merops apiaster Linnaeus 1758) que piaban discretamente en unos arboles lejanos.
Pero había más: decenas de golondrinas comunes (Hirundo rustica Linnaeus 1758) batían las zonas soleadas capturando insectos, mientras que sus primos los vencejos comunes (Apus apus Linnaeus 1758) evolucionaban bastantes metros más arriba.
Aún más arriba se entretenían un grupo de milanos negros (Milvus nigrans Boddaert 1783),
Había también muchos mirlos comunes (Turdus merula Linnaeus 1758) pero algunos no eran tan "comunes" y lucían un curioso plumaje blanco y negro.
Acostumbradas a los entornos urbanos, las urracas comunes (Pica pica Linnaeus 1758) utilizan sin ningún problema las infraestructuras de los seres humanos.
Y de vuelta, con el sol ya más alto, empezaron a asomar las lagartijas ibéricas (*) (Podarcis hispanica Steindachner 1870) y las blanquitas de la col (Pieris rapae Linnaeus 1758).
(*) Ahora la llamamos lagartija verdosa Podarcis virescens Geniez, Sá-Sousa, Guillaume, Cluchier y Crochet, 2014
Y para rematar, un papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca Pallas 1764) y un andarríos chico (Actitis hypoleucos Linnaeus 1758) escondido entre la vegetación de la ribera.
Y vi más que no fotografié y había más que no vi.
P.D.: Gracias a Nacho Sevilla y moitessieria por la identificación y/o confirmación de las especies.