Vamos a hablar de un personaje muy presente en nuestros cuentos: las brujas. En ocasiones los malvados de cuentos inquietan un poco a los niños en estas edades. No debemos por ello eliminarlos, sino utilizarlos de la mejor manera que se nos ocurra: las brujas a veces se convertirán en buenas, los lobos en mascotas o los monstruos en amigos. También aprovecharemos para recordar la importancia de no confiar en extraños, aunque nos ofrezcan cosas que nos gustan.
- Potingues de brujas: podemos empezar haciendo una lista de cuentos en los que aparecen brujas para introducir después el experimento. La idea es que los niños crean que estamos haciendo magia con potingues de brujas, por lo que ellos no deben ver el vídeo en un primer momento.
El vídeo nos indica cómo hacer un indicador de pH, pero a nosotros nos interesa el experimento en sí, por lo que nos ceñiremos a “cómo hacer que el líquido cambie de color”.
Prepararemos los vasos con los diferentes ingredientes sin que los niños nos vean. Ellos deben creer que en los vasos solo hay agua (debemos eliminar el limón, puesto que su zumo no es completamente transparente) y que nosotros la vamos a convertir en los colores que queremos, los cuales iremos diciendo antes de echar las gotitas.
¡Van a quedarse con la boca abierta!
Finalmente, podemos explicarles nuestro truco y pueden grabarse o hacernos magia cuando volvamos al cole.
Podemos completar el archivo Experimento representando la experiencia.
Introducimos un cuento clásico que será nuevo para algunos: “La princesa y el guisante”, de Hans Christian Andersen. Podemos contarlo, hacer preguntas de compresión, introducir cambios o cualquier otra actividad que se nos ocurra para conversar sobre él.