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Visor

Siglo XVI. Prosa renacentista. Miguel de Cervantes

La prosa renacentista.

Monumento a Cervantes en la Plaza de España-Madrid

La prosa renacentista destaca por su variedad y calidad, con un estilo de prosa marcado por la naturalidad, que permanecerá como ideal a través de los tiempos y que culminará en las obras de Miguel de Cervantes.

Prosa didáctica, histórica y religiosa.

La prosa se mostrará en múltiples vertientes todavía no separadas con nitidez de la ficción .

El diálogo se utilizó para tratar todo tipo de cuestiones pues era el vehículo adecuado para "enseñar deleitando", como los de los erasmistas Juan y Alfonso de Valdés.

En la historiografía, destacan las crónicas de Indias, que mostraban las maravillas y aventuras en el Nuevo Mundo.

La ascética y la mística tienen sus mejores ejemplos en Fray Luis de León (Los nombres de Cristo) y Santa Teresa de Jesús (Libro de su vida).

Prosa de ficción.

La prosa de ficción estuvo marcada por la idealización.

Las novelas sentimentales, de tradición medieval, contaron con aceptación hasta mediados de siglo.Amadís de Gaula

Los libros de caballerías continuan igualmente los dos ciclos franceses y se acrecientan, llegando a su esplendor Amadís de Gaula, cuya reescritura es de Garci Rodríguez de Montalvo.

La novela morisca idealizó la figura del moro y la confraternización con los cristianos. El texto que difundió esa moda fue El Abencerraje o Historia de Abindarráez y la hermosa Jarifa.

La novela bizantina, también llamada novela griega o de aventuras, trata narraciones muy bien
construidas, en las que las aventuras se mezclan con la acción amorosa.

Novela realista.

Bartolomé E. Murillo - PícaroEn este panorama de literatura idealizada, la única excepción será el Lazarillo de Tormes. Con este librito arranca la novela moderna, entendida como un relato verosímil de tono realista en el que el protagonista es producto del mundo que le rodea. Escrita en forma seudoautobiográfica, tiene forma de carta a «vuestra merced», y narra en su parte más extensa la niñez de Lázaro de Tormes. Su finalidad última, anticipada en el prólogo, es justificar su actitud permisiva ante las relaciones extramatrimoniales que su esposa mantiene con el arcipreste de San Salvador. Se trata, pues de un "antihéroe", cuyos rasgos darán lugar al nacimiento de la figura del pícaro y de la novela picaresca cuando Mateo Alemán, en 1599, "copie" todos estos rasgos en su Vida del pícaro Guzmán de Alfarache.

Cervantes

Cervantes representa el culmen de la narrativa renacentista, pues experimenta con los modelos narrativos anteriores: la novela pastoril, la novela bizantina y la novela corta y manifiesta claramente su oposición a la novela picaresca.
La Galatea, primera novela de Cervantes, es una novela pastoril que desarrolla los amores entre pastores en el marco ideal del locus amoenus.
Las Novelas ejemplares constituyen la mejor colección novelas cortas del Renacimiento.
Los trabajos de Persiles y Sigismunda, obra póstuma, es una novela bizantina que gira en torno al tema del amor.
Pero sin lugar a dudas, la obra maestra de Cervantes es el Quijote, considerada la primera novela moderna, cuya Primera parte apareció en 1605 con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Tuvo tal éxito que un tal Alonso de Avellaneda (pseudónimo) decidió continuarla, despertando las iras de nuestro escritor. Gracias a ello Cervantes escribió la Segunda parte, que se publicó en 1615 con el título El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.

Presentación.

Prosa renacentista.