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Visor

La autoestima

       La autoestima es la idea que tenemos a cerca de nuestra propia valía como personas y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida. Todas las impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se conjuntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento negativo de no ser lo que esperamos o queremos. El juzgarse y rechazarse a sí mismo produce un enorme dolor, dañando considerablemente las estructuras psicológicas que literalmente te mantienen vivo.

       Sobre nuestra autoestima influye la forma en que en nuestro diálogo interno interpretamos esas experiencias positivas y negativas que vivimos. La baja autoestima está relacionada con una forma inadecuada de pensar acerca de nosotros mismos. Existen formas distorsionadas de pensar.

Algunos ejemplos de estas distorsiones de pensamiento:

-Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento. Un pequeño error puede ser interpretado como "todo me sale mal". Un gesto de desaprobación de otra persona puede ser interpretado como "todo el mundo me rechaza".

-Valoración global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo como persona global. No tener habilidad para un determinado tipo de tareas puede ser interpretado como "soy muy torpe" o "soy un fracasado" en lugar de decir "no se me da bien..."

-Filtrado negativo: Nos fijamos sólo en lo negativo de una situación y no nos damos cuenta de lo que puede tener de positivo.

-Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa.

-Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que no les gustas, crees que piensan mal de ti... sin evidencia real de ello. Son suposiciones que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.

Un adolescente con baja autoestima:

  1. Aprende con dificultad, ya que piensa que no puede o que es demasiado difícil.
  2. Se siente inadecuado ante situaciones vivenciales y de aprendizaje que considera que están fuera de su control. 
  3. Adquiere hábitos de crítica a los demás, de envidia y descontento desde un espacio de victimismo. 
  4. Cuando surgen problemas echa la culpa a las circunstancias y a los demás y encuentra siempre excusas para sí mismo.
  5. Se acobarda ante la posibilidad de crítica de los demás. 
  6. Autocrítica rigorista, tendente a crear un estado habitual de insatisfacción consigo mismo.
  7. Hipersensibilidad a la crítica, que le hace sentirse fácilmente atacado y experimentar sentimientos pertinaces contra sus críticos.
  8. Indecisión crónica, no tanto por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
  9. Deseo excesivo de complacer; no se atreve a decir "no" por temor a desagradar y perder la benevolencia del peticionario.
  10. Perfeccionismo, o autoexigencia de hacer "perfectamente", sin un fallo, casi todo cuanto intenta, o cual puede llevarle a sentirse muy mal cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
  11. Culpabilidad neurótica: se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y / o los lamenta indefinidamente, sin llegar a perdonarse por completo.
  12. Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, que le hace estallar fácilmente por cosas de poca
    monta.
  13. Actitud supercrítica: casi todo le sienta mal, le disgusta, le decepciona, le deja insatisfecho. 
  14. Tendencias depresivas: tiende a verlo todo negro, su vida, su futuro y, sobre todo, a sí mismo; y es proclive a sentir una inapetencia generalizada del gozo de vivir y aun de la vida misma.

Un adolescente con autoestima positiva:

  1. Actúa Independientemente
  2. Elige y decide como emplear su tiempo, su dinero, sus ocupaciones. Busca amigos y entretenimientos por sí solo/a
  3. Asume sus responsabilidades
  4. Actúa con seguridad de sí mismo/a, sin que haya que pedírselo y asume la responsabilidad de ciertas tareas o necesidades evidentes (lavar platos, consolar a un amigo, etc.).
  5. Afronta nuevos retos con entusiasmo y siento orgullo de sus logros.
  6. Le interesan las tareas desconocidas, cosas y actividades nuevas que aprender y poner en práctica; o se lanza a ellas con seguridad.
  7. Demuestra amplitud de emociones y sentimientos.
  8. De forma espontánea sabe reír, sonreír, gritar, llorar y expresar su afecto y, en general, sabe pasar por distintas emociones sin reprimirse ni ocultarse.
  9. Es tolerante frente a la frustración.
  10. Si algo sale mal, sabe encarar esta situación de distintas maneras, esperando, riéndose de sí mismo, replicando, etc. y es capaz de hablar de lo que le entristece.
  11. Se siente capaz de influir en otras personas.
  12. Tiene confianza en las impresiones y en el efecto que él o ella produce sobre los/as demás miembros de la familia, amigos, profesores.

Mejorar nuestra propia autoestima:

       El hecho de querernos más y mejor está también en nuestras manos. Todo reside en la cabeza y nosotros somos quienes debemos intentar cambiar nuestro autoconcepto a través de nuestro diálogo interno.

       Acéptate tal y como eres, en tus cualidades y defectos. Todos tenemos defectos, nadie es perfecto ni pretende serlo. Desarrolla el sentido del humor, no des tanta importancia a cosas que no la tienen, ni a los posibles comentarios de los demás. Seguramente en la mayoría de las ocasiones nos hacemos montañas innecesariamente, la gente no está siempre pendiente de lo que hacemos o decimos, todo está en nuestra imaginación. Préstate más atención, dedícate tiempo a hacer aquello que te haga feliz y te satisfaga. No temas a las responsabilidades o a tomar decisiones, si algo sale mal aprende de tus errores y ten coraje para volver a intentarlo. Nadie está libre del error en esta vida y a veces hay que ver la cara positiva de los fracasos, piensa que, aunque se cierren unas puertas, luego se abrirán otras que pueden ser incluso mejores.

       Prémiate por tus logros, aunque estos sean pequeños o poco importantes, así te sentirás mejor. Simplifica tu vida y dirígete hacia objetivos realmente valiosos para ti, dedicándote a ellos intensamente, sin miedo. No es fácil cambiar nuestra autoestima, si lo fuera seguramente nadie sufriría por tenerla demasiado baja, ni existirían personas tímidas o dependientes, pero hemos de creer que tampoco hay nada imposible si ponemos realmente empeño en conseguirlo. Las personas tenemos suficientes capacidades como para cambiar y aprender a lo largo de nuestra vida.

 A. M. 1º BTO A