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Visor

HOMENAJE A MARUJA

por Cristina Sandoval

Seguro que si os digo que voy a hacer una entrevista a María de los Ángeles Prieto Ramos, pensaréis ¿y quién es esa? Pero si os digo que la entrevista va dirigida a Maruja, la conserje del Arturo Soria…entonces ya nadie (ni dentro ni fuera del IES) tendría que pensar dos veces para ponerle cara.

Tras 31 años trabajando en el instituto, Maruja se jubiló el pasado 20 de marzo, un mes después de cumplir 65 años. Y cuando le dije que me gustaría hacerle una entrevista para la revista digital, no dudó en pasarse por el instituto para contestar mis preguntas.

Maruja, que nació en Vigo de Sanabria (Zamora) y que vive desde hace muchísimos años en Manoteras, habla con mucha alegría y cariño de su paso por el Arturo Soria, que considera su segunda casa. Cuenta con una sonrisa que le encanta encontrarse en el “Ahorramás” o por el barrio con antiguos alumnos del “IBAS” (como se conocía al IES antes de que se implantara la ESO) que ya son padres.

Sentada en jefatura de estudios para la entrevista, Maruja recuerda cómo ha cambiado el IES Arturo Soria en estos 31 años. Cuando ella empezó a trabajar, había en 1º de la ESO ni más ni menos que ¡ 8 clases!. La parte de abajo (el actual pasillo del ACE y la cafetería) tuvo que ser habilitada porque no había clases para tantísimos alumnos (más de mil, comenta)

Maruja no encuentra nada que le desagradara de su trabajo a lo largo de estas tres décadas, por el contrario, asegura que siempre se ha sentido muy a gusto y muy querida tanto por sus compañeras de conserjería como por el resto del personal del Centro. Y, pese a que en los últimos años ya notaba el cansancio propio de tantos años de trabajo, no se cansa de decir que ha sido muy feliz en su trabajo y que a veces, sobre todo en las vacaciones de Navidad, echaba de menos volver a trabajar entre el bullicio de los pasillos y los sonidos del timbre y el teléfono.

Sólo un incidente con un alumno (que le hizo perder parte de un dedo) empaña los buenos recuerdos que tiene del Arturo Soria. Es increíble, pero Maruja relata este incidente sin rencor y sin perder la sonrisa. “Gajes del oficio”, cuenta nuestra protagonista. Esto demuestra su calidad personal, su bondad y su capacidad de trabajo.

Estoy segura que nadie de los que hemos tenido la suerte de trabajar con Maruja nos olvidaremos de ella (como se demostró en su comida de jubilación, a la que acudieron los cuatro últimos directores del centro y un sinfín de profesores y personal de administración que ya no trabajan en el IES) y será difícil sustituir su puesto en el Arturo Soria.

Maruja se despide de la entrevista dando muchas gracias por todo y recordándome que siempre y cuando sus nietos le dejen, pasará por el Arturo Soria a hacernos una visita. ¡Esta es tu casa, Maruja! MUCHAS GRACIAS a ti por todo lo que has hecho por el Arturo Soria. ¡Nos vemos por el barrio!