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RAP DEL NIÑO CON CARA DE GAMUSINO

RAP DEL NIÑO CON CARA DE GAMUSINO
AUTOR: RAÚL VACAS. LIBRO: NIÑOS RAROS.

De todos es sabido                    que el niño gamusino
dejó un día su casa                    para ser peregrino
y con un saco al hombro           emprendió su camino
por la senda escondida             tras un campo de lino.
Gustaba de echar siesta            debajo de algún pino
Y escribir sus andanzas             en papel pergamino,
Pero un día de agosto                se encontró un adivino
Que le dijo que pronto                cambiaría su destino.
Y una mañana fría                       para su casa vino
por temor a toparse                   con cualquier desatino
y en su pueblo del alma,           como buen inquilino,
se mudó al caserío                     junto al viejo molino.
Viste traje de fútbol                    de un azul muy marino,
y las penas le importan              algún que otro comino,
mientras quede en la plancha      el mejor langostino
que llevarse a la boca                  y al vacío intestino.
Frota lámparas viejas,                como hacía Aladino,
por si un día algún genio,             tras algún remolino,
le otorgase el deseo                     de montar en vespino
y casarse de traje                        en un barco argentino.
Pero un día la hija                       de un gentil campesino,
que volvía del huerto                   de escardar cebollino
sobre el lomo peludo                    de su viejo pollino,
le besó hasta la noche                   bajo un árbol de espino.
A partir de ese día                        nadie vio al gamusino
ni escucharon jamás                      su nostálgico trino.
Hay quien dice que el niño            se encontró con su sino,
se casó y en la boda                      fue su padre el padrino.

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POEMAS DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

 

GAB

Rima VII


Del salón en el ángulo oscuro,

de su dueña tal vez olvidada,

silenciosa y cubierta de polvo,

veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,

como el pájaro duerme en las ramas,

esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!

¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio

así duerme en el fondo del alma,

y una voz como Lázaro espera

que le diga «Levántate y anda»!

Rima XXI


¿Qué es poesía?, dices mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

¡Qué es poesía!, ¿Y tú me lo preguntas?

Poesía... eres tú.


Rima XXIII


Por una mirada, un mundo,

por una sonrisa, un cielo,

por un beso... yo no sé

qué te diera por un beso.


Rima XXX


Asomaba a sus ojos una lágrima

y... mi labio una frase de perdón;

habló el orgullo y enjugó un llanto,

y la frase en mi labio expiró.


Yo voy por un camino, ella por otro;

pero al pensar en nuestro mutuo amor,

yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día?.

Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?.

Es cuestión de palabras, y, no obstante,

ni tu ni yo jamás,

después de lo pasado convendremos

en quién la culpa está

¡Lástima que el amor un diccionario

no tenga donde hallar

cuándo el orgullo es simplemente orgullo

y cuándo es dignidad!

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SÍSIFO

Sísifo

Soneto de Sísifo

Tan grandes la colina y el esfuerzo,

y el bloque que yo arrastro es tan pesado

que sufro en vano y sufro demasiado:

el polvo y el sudor me dejan ciego.


Cuando la piedra inmensa subo luego

a la cima por trechos escarpados,

se resbala y, rodando, habrá escapado

al lejano, caliente, árido suelo.


Allí vuelvo otra vez, sin alegría,

mientras el sol me abraza con sus rayos

o la luna me escupe su luz fría.


Yo retorno a la piedra y al desmayo,

al inútil trabajo cada día,

a esta rabia infinita que me callo.

Beatriz Giménez de Ory

"Un hilo me liga a vos"

ESTACIONES

Estaciones


¡Primavera!

La lluvia hace crecer los rascacielos,

en las calles se forman riachuelos

y la gente va a pescar a las aceras

                                    ¡Primavera!

    

¡Verano!

Las antenas se han llenado de gorriones

que juegan a volar con los aviones

y les llaman mamá a los aeroplanos.

                                          Verano!


¡Otoño!

Las farolas se vuelven amarillas

y pierden poco a poco las bombillas

que les caen a las señoras en el moño.

                                                 ¡Otoño!


¡Invierno!

duermen en los buzones los carteros

para huir del viento helado y traicionero

y ha dejado sin hojas mi cuaderno.

                                            ¡Invierno!

"Ciudad laberinto" Pedro Mañas

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UN SONETO DE LOPE DE VEGA

Lope de Vega

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.

Lope de Vega

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LA MURALLA.

     La muralla      

Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa,
allá sobre el horizonte.

—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés
—¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla…

Alcemos¹ una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa,
allá sobre el horizonte…

Nicolás Guillén. 

¹ Alzar: levantar, construir.

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LA BRUJA DE TODOS LOS CUENTOS

LA BRUJA DE TODOS LOS CUENTOS

¡Cámbiame el personaje!

Decís que soy mala y fea.

¿Pues cómo queréis que sea?

Si vivo en medio del barro,

durmiendo en cuevas profundas,

cogiendo gripe y catarro,

como una vil vagabunda,

¡si me llamáis "sucia vieja",

"puerca inmunda" y "comadreja"!

Si me dejas tú, princesa,

tu cama color frambuesa,

caliente, caliente,

blandita, blandita, 

ya no enveneno a más gente

ni me la meriendo frita.

No haré hechizos ni conjuros,

ni pasteles con cianuro.

No haré nunca cosas crueles.

¡Lo juro, lo juro y lo juro!

Me abrazaré a mi escoba, 

bajo la manta, 

y dormiré en tu alcoba,

como una santa. 

Y entrará en la habitación 

el príncipe alto y robusto,

y al tirar del edredón,

¿os imagináis qué susto?

Anda, princesa, no seas boba, 

y cámbiame tu palacio 

por la escoba. 

de Pedro Mañas

ROMANCE DEL CONDE OLINOS

Los ROMANCES aparecen pronto en la literatura española; los primeros son de la Edad Media pero han seguido componiéndose a lo largo de toda la historia de la literatura española. El «Romance del conde Olinos» es una breve muestra de los Romanceros y de su pervivencia hasta nuestros días. No pasan de moda. De diversos temas, populares y cultos, anónimos y firmados, de juglares y de trovadores; están siempre ahí. A mí me parecen de lo mejor de la literatura española. Todos.

EL ROMANCE DEL CONDE OLINOS

Madrugaba el Conde Olinos, 
mañanita de San Juan, 
a dar agua a su caballo 
a las orillas del mar.

 Mientras el caballo bebe 
canta un hermoso cantar: 
las aves que iban volando 
se paraban a escuchar;

 “Bebe, mi caballo, bebe,
Dios te me libre del mal:
de los vientos de la tierra
y de las furias del mar”.

 La reina lo estaba viendo:

desde su palacio real 
-Mira, hija, cómo canta 
la sirenita de la mar.

No es la sirenita, madre, 
que esa  tiene otro cantar; 
es la voz del conde Olinos, 
que me canta a mí un cantar.

Si es la voz del conde Olinos
yo le mandaré matar, 
que para casar contigo 
le falta la sangre real

 

¡No le mande matar, madre; 
no le mande usted matar, 
que si mata al conde Olinos 
a mi la muerte me da!

Guardias mandaba la reina 
al conde Olinos buscar 
¡Que lo maten a lanzadas 
y su cuerpo echen a la mar!

 La infantina con gran pena

no dejaba de llorar.

Él murió a la media noche; 
y ella a los gallos cantar

A ella, como hija de reyes,
la entierran en el altar, 
y a él, como hijo de condes,
unos pasos más atrás.

De ella nace un rosal blanco; 
de él, un espino albar. 
Crece el uno, crece el otro, 
los dos se van a juntar.

La reina, llena de envidia, 
ambos los mandó cortar; 
el galán que los cortaba 
no dejaba de llorar.

De ella naciera una garza; 
de él, un fuerte gavilán. 
Juntos vuelan por el cielo, 
juntos vuelan par a par.

CONDE OLINOS



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¡ A DORMIR, QUE LLUEVA YA !

Llueve

¡Ya llueve! El otoño nos ha traído muchas gotas de lluvia y hay que refugiarse para no bañarse. La poeta Gloria Fuertes nos propone, además, acostarse . 

¡A dormir, que llueva ya!

( Gloria Fuertes )

¡Pollitos y gallinas,
que se vayan a acostar,
que llueva por el monte,
que llueva por el mar!
¡Ya está lloviendo,
y los gatos huyendo,
y las brujas en camisa!
¡Ay que risa, tía Luisa!


Estrellas y luceros,
que se vayan a dormir,
que llueva por el monte,
que llueva por aquí.
¡Ya está lloviendo,
y los nubes corriendo,
y la luna en camisa!
¡Ay que risa, tía Luisa! 

SONETO DE MINOTAURO

SONETO DEL MINOTAURO


No hay ventanas ni puertas dónde habito,

la luz llega del cielo inalcanzable.

No encuentro entre las sombras quién me hable,

solo un monstruo que muge cuando grito.


Recorro los pasillos infinitos

largos como una pena insoportable

buscando las esquinas al amable

compañero que tanto necesito.


Una noche lo vi pequeño, lejos.

Llamaba al toro para darle muerte

(en las manos un hilo y un puñal).


La bestia dije vive en los espejos.

Corriendo lo alcance, lo abrace fuerte.:

¡Venía a liberarme de mi mal!

BEATRIZ GIMÉNEZ DE ORY

MINOTAURO