Somos un centro público de Educación Secundaria de Leganés, a 12 km del centro de Madrid y con una población de unos 200.000 habitantes.  En el centro estudian unos 800 alumnos y alumnas, en turnos de diurno y nocturno, a los cuales enseñan 74 profesores. Curso tras curso el claustro de profesores del Churriguera ha ido introduciendo nuevas actividades y formas de trabajar con los muchachos que han tenido gran aceptación entre éstos, y han hecho que el ambiente de cordialidad entre profesores y alumnos sea cada vez mayor. Un ejemplo de esto, es que son muchos los antiguos alumnos, que ya en la universidad o en  el mundo laboral, vuelven al Centro para colaborar con los profesores en distintas actividades organizadas por diferentes departamentos: conferencias, jornadas de orientación académica y laboral. Muchos de ellos nos hacen llegar el cariño que sienten por este Instituto y la huella que han dejado en ellos experiencias como la que vamos a contar.

Desde hace varios años nuestro centro ha visto aumentado considerablemente el número de ordenadores por alumno, lo cual ha supuesto que muchos profesores hayan decidido utilizar las aulas de informática para explicar algunos temas, cambiando la tiza y la pizarra por la pantalla de un ordenador, y el libro de texto por la información que navega en Internet. De esta forma, todos nos hemos ido  familiarizando más y más con ese mundo de la informática. La llegada del ordenador e Internet al aula  ha sido fundamental para poder participar en el concurso Euro-scola, y, sobre todo, para hacer realidad un sueño que comenzó hace tres años con unos alumnos de 4º de la ESO y dos profesoras, María Victoria Clemente, del seminario de Inglés, e Isabel Mínguez, del de Economía. Pero, ¿qué es Euro-scola?, ¿cómo surgió la idea de participar en este concurso? y ¿qué han sido estos tres años para nosotros?

El comienzo de nuestro viaje virtual por la Unión Europea y su Parlamento

Fue en Noviembre del 2001 cuando, por primera vez, tuvimos noticias de que existía un concurso organizado por el Parlamento europeo y su oficina en España. Podían participar centros educativos de secundaria, públicos y privados de toda España, y el  premio para el centro ganador de cada comunidad era de lo más atractivo: un viaje a Estrasburgo o Bruselas para visitar el Parlamento Europeo. Fue en unas jornadas informativas sobre proyectos europeos, y yo había ido  para recoger información sobre cómo poner en marcha un proyecto europeo en nuestro Centro. Quién me iba a decir a mí, que tres años después, un grupo de alumnos de nuestro instituto junto con otra profesora y yo misma ganaríamos el primer y tercer premio del juego Euro-scola en su XIII edición, en el 2004; y que, además, seríamos centro asociado en un proyecto europeo.

Ese primer año los alumnos que participaron fueron alumnos de 4º de la ESO. Desde el principio les hicimos saber que habría que renunciar a recreos y quedarnos algunas horas extras porque en clase de informática no podíamos hacer todas las pruebas. Miramos horarios, hablamos con los profesores de tecnología, SCR y los tutores, y les pedimos su colaboración para usar algunas de sus horas. Todos ellos respondieron positivamente a nuestra llamada, pero tuvimos que sacrificar todos los recreos y quedarnos muchos días después de las clases durante las seis semanas que duró el juego. Uno de nuestros alumnos, David Alcobendas, describe muy bien el ambiente en el grupo en esas semanas: ?La convivencia entre nosotros, con un objetivo final común, hacía que los lazos entre nosotros se estrechasen. La cooperación fue fundamental. Y aunque todo trabajo requiere un esfuerzo, era tal el grado de motivación y el deseo de hacer algo grande, que no nos importaba emplear nuestro tiempo libre en trabajar para el equipo.?

La experiencia en este primer año fue todo un descubrimiento para nosotros.  Según iban pasando las semanas, todos nos implicábamos más y más en el juego. Nuestros alumnos/ as estaban más ilusionados, además, aunque muchas veces los ordenadores se colgaban, en la clasificación íbamos de los primeros,¡era posible ganar!. A pesar de ser novatos, al final conseguimos quedar clasificados los octavos, todo un éxito para ser nuestro primer año concursando. Nuestra participación en el juego nos dejó buen sabor de boca y cierto gusanillo por intentar ganar al año siguiente.

Durante tres años hemos sido el club Euro-scola de nuestro Centro. El segundo año fuimos los primeros hasta el final cuando, como muchas veces en la vida, una elección equivocada nos hizo pasar del primer al cuarto puesto. ¡Qué decepción! Casi lo teníamos, pero no pudo ser. Para nuestros alumnos fue una tremenda desilusión pero aprendieron algo muy importante. La vida está llena de momentos en los que hay que tomar decisiones y optar por un camino a seguir, unas veces nos equivocamos y otras acertamos, pero tanto con los aciertos como con las equivocaciones, siempre se aprende algo. Todos reflexionamos sobre qué habíamos hecho mal y decidimos esperar un año más e intentarlo de nuevo. Aunque no ganamos tuvimos nuestra recompensa: asistimos a la entrega de premios en la oficina del Parlamento europeo en Madrid y se nos entregó un diploma por nuestro, bien merecido, cuarto premio.

Y así llegamos al presente curso, con una nueva edición del concurso Euro-scola. Este año era especial para los alumnos que habían participado por primera vez en el 2001: era su último año en el Instituto. Y decidieron que no podían dejar el Churri, así lo llaman nuestros chicos/ as, sin ser los primeros en el Juego Euro-scola. Ya no habría próxima vez para ellos, ya que este año cursaban 2º de bachillerato y se despedían de este Centro en el que han pasado seis años. Tengo que decir que su ilusión y entusiasmo fue el motor que puso en marcha nuestro equipo otra vez.

Esta vez decidimos participar con dos equipos y podemos estar orgullosos de nuestro trabajo: conseguimos ser los primeros y los terceros.  Todo un premio a la constancia, el esfuerzo, sacrificio e ilusión de un grupo de alumnos y alumnas, y dos  profesoras.  Pero, ¿qué pruebas hemos tenido que superar para ganar?

¿En qué consiste el juego EURO-SCOLA?

Euro-scola es un concurso al que se accede y juega a través de Internet entrando en la página www.euro-scola.com. El juego consiste en una serie de pruebas que los equipos participantes han de resolver.  Cada equipo se compone de diez jugadores y un profesor tutor. Hay dos tipos de pruebas, individuales y colectivas. El objetivo fundamental del juego es que los jóvenes descubran y conozcan mejor Europa y sus instituciones. Para ello, muchas de las pruebas colectivas tienen que ver con la historia de la Unión Europea y   el funcionamiento de sus instituciones . Además de esto, cada año se elige un tema monográfico sobre el que versarán muchas de las preguntas a contestar. Así, en el 2001 el tema fue la ampliación de la Unión Europea a los países del Este; en el 2002, el Euro; y, finalmente, este año era la futura Constitución Europea.

Las pruebas individuales debe resolverlas cada jugador usando su habilidad, memoria, velocidad e inteligencia en el uso de los ordenadores, mientras que para las pruebas colectivas es necesario trabajar en equipo, y buscar las respuestas en libros, Internet.... Cada año, la dificultad de las pruebas ha sido mayor, especialmente en las pruebas colectivas. Estas son de diferentes tipos:

* Euro-Scanner: una imagen oculta o sombreada y unas líneas rectas o circulares en movimiento que dejan ver parte de la imagen escondida. Se disponía de un tiempo límite para ver esta imagen, y una vez finalizado dicho tiempo había que elegir en un listado de qué imagen se trataba.

* Euro-Fotos: se trataba de una imagen oculta de la que se descubrían al azar inicialmente seis casillas. Si el equipo descubría más, era penalizado con la pérdida de comodines. Había, una vez más, que elegir de un listado qué imagen era.

* Euro-Preguntas: aquí había que completar diez bloques de preguntas y cada bloque consistía en responder correctamente tres preguntas seguidas. Para cada pregunta se daban cuatro posibles respuestas. Algunas de estas preguntas eran del tipo de :  ¿Cuántos nuevos electores habrá en las próximas elecciones europeas? o ¿En qué fecha tendrán lugar las próximas elecciones al Parlamento Europeo en Eslovenia?

* Euro-Verdadero o Falso: había que responder acertadamente preguntas de tipo verdadero o falso. Si se acertaba una pregunta había que optar por plantarse , acumulando los puntos en el marcador general, o arriesgarse a doblarlos con la siguiente pregunta. Había un máximo de cinco oportunidades para doblar los puntos. Si se fallaba una pregunta sólo se sumaban al marcador general la mitad de los puntos acumulados hasta el momento, además de perder comodines.

* Euro-Ahorcado: había que adivinar una palabra o frase letra a letra.  Para ello había un número de fallos limitado.

* Euro-Asociación: se mostraban una serie de 10 conceptos y tres o más temas. Había que emparejar cada uno de los conceptos con uno de los temas propuestos.

* Euro-Enigma: había que contestar un enigma con solución numérica o de fecha.

Cada equipo acumulaba puntos gracias a las pruebas individuales, y por cada prueba colectiva finalizada, excepto en la prueba del Euro-Enigma en donde sólo se restaban comodines, 200 comodines, si dabas la solución equivocada. En el resto de pruebas colectivas cada respuesta equivocada restaba 10 comodines del marcador general. Además, en todas las pruebas había más oportunidades para buscar la solución, pero en el Euro-Enigma, una vez enviada la respuesta no había forma de rectificar y la solución a los enigmas no se supo hasta el final del juego.

A parte de las pruebas colectivas e individuales, este año, por cada prueba colectiva acabada, el equipo recibía un objeto u objetos que al final  de cada etapa debía ordenar en una serie de casillas. El orden correcto no se supo hasta el final del juego. Esto último, junto con los enigmas fueron para nosotros las pruebas más difíciles. Pensamos, buscamos en Internet, consultamos con profesores de historia, discutimos y al final optamos por distintas respuestas y un orden concreto en los objetos. Tengo que decir que a estas pruebas dedicamos muchas horas y fue una grata sorpresa descubrir, al final, que todos los enigmas los habíamos acertado, y que además de los 23 objetos sólo habíamos acertado 13, lo cual nos pareció poco en un principio, pero nos vimos gratamente sorprendidos al comprobar que el segundo clasificado sólo había acertado seis de los 23.

El juego se desarrolló en tres etapas  de una duración de dos semanas cada una. Para pasar de una etapa a otra era necesario completar todas las pruebas, individuales y colectivas, y, además, ordenar los objetos recibidos. Una vez finalizada la tercera etapa venía la prueba final, consistente en contestar 23 preguntas de cuatro respuestas posibles sobre la Constitución Europea y las Elecciones Europeas. El equipo recibía puntos por cada pregunta bien acertada y perdía 20 comodines si fallaba; además cada objeto bien colocado eran puntos extra para el marcador general.

¿Quién ganaba al final?        

* El equipo con más puntos acumulados

* En caso de empate, el equipo que más comodines conservara

* En caso de empate, el equipo que más preguntas acertó en la Prueba Final.

* En caso de empate, el equipo que más objetos ordenó correctamente en las Pruebas Finales de Etapa.

* En caso de empate, el equipo que hubiera consumido menos tiempo en resolver la Prueba Final.

¿Qué ha supuesto Euro-scola para todos nosotros estos tres años?

Hoy día somos testigos de muchas noticias en los medios de comunicación, en las que los protagonistas son jóvenes cuyo único mérito para salir en la prensa es simplemente ser conflictivos, vagos, incapaces de sacrificarse o renunciar a sus caprichos, individualistas .. Sin embargo, los alumnos que han participado en esta experiencia para nada se sienten identificados con esa imagen de adolescentes a los que no les interesa nada, y mucho menos aprender. Profesoras y alumnos hemos sacrificado recreos y nos hemos quedado después de las clases durante seis semanas. A todos nos ha costado hacer esto, pero su esfuerzo tiene mayor mérito porque han ido contra corriente, no han hecho lo que la mayoría de sus compañeros, y eso para un adolescente es muy difícil hoy día. Nos sentimos orgullosas de nuestros muchachos y muchachas, ellos y ellas han ganado este premio y han demostrado a sus compañeros que su sueño de viajar a Estrasburgo no era sólo un sueño. Han sido el mejor de los ejemplos para el resto de alumnos y alumnas de nuestro instituto.

 Nuestros muchachos/ as han aprendido mucho en estos tres años, se han acercado al Parlamento Europeo, para ellos ya no es una Institución desconocida, han descubierto hasta qué punto son importantes las decisiones tomadas en las instituciones europeas, han visto cómo les puede afectar en su vida cotidiana lo que los eurodiputados deciden y hacen en Bruselas y Estrasburgo, saben lo importante que son las elecciones europeas, ellos son más europeos ahora; y, sobre todo, han visto que es cierto que el esfuerzo, trabajo y sacrificio personal se ve recompensado al final. Algo muy difícil de hacerles ver cuando los modelos que les llegan desde la gran mayoría de los medios de comunicación son todo lo contrario: personas que sin esfuerzo ninguno son famosos y lo tienen, aparentemente, todo.

Recuerdo que el primer y segundo año alguno casi lloró al ver la clasificación, en esos momentos nosotras, las profesoras que habíamos trabajado con ellos, les hicimos ver que debían estar orgullosos de sí mismos y de su trabajo, y que siempre hay que pensar que la próxima vez será mejor. Y así fue. El día 10 del pasado mes de  mayo fue un día muy especial para todos nosotros, porque fue la entrega de premios en la oficina del Parlamento Europeo en España. No era la primera vez que íbamos pero este año la emoción era mayor, se nos hizo entrega del 1º y 3º premio. Para el equipo ganador el viaje a Estrasburgo, para el tercero un fin de semana en un albergue en Cercedilla. Pudimos saludar al eurodiputado Enrique Barón, quien nos entregó el primer premio, y también fue interesante conocer y hablar sobre el juego con los dos informáticos que lo habían diseñado. 

Y, ¿ahora qué?

Ahora empieza otra aventura en nuestro Centro, la de prepararnos para nuestra visita a Estrasburgo el próximo curso, para participar en unas jornadas de puertas abiertas en el Parlamento europeo. Para ello, nuestro alumnos deberán trabajar y perfeccionar su francés e inglés, además de preparar temas que debatirán con jóvenes de otros países. La responsabilidad es mucha, 30 alumnos del IES José de Churriguera representarán a los jóvenes madrileños en Estrasburgo el próximo curso. La experiencia será memorable. Pero eso será tema de otro artículo. El próximo curso tendremos conferencias relacionadas con las Instituciones europeas y la Constitución europea, además de otras actividades que nos ayuden a preparar a nuestros alumnos para esa visita tan importante. Además, contaremos con la ayuda de un lector Comenius, de la universidad de Exeter en Inglaterra, con un master en relaciones internacionales, que nos ayudará a trabajar con nuestros chicos y chicas para que nuestra participación en esa jornada sea un éxito, y algo que todos recordaremos siempre.

Desde aquí queremos felicitar a todos los que hacen posible cada año que Europa y sus Instituciones estén presentes en los Centros educativos de toda España. Creemos que es una experiencia digna de ser continuada. También, animar a los que no han participado todavía, a que lo hagan, merece la pena. Se trata de un juego muy entretenido, con el que se pasa bien, se viven emociones trepidantes, se conoce a gente nueva y, de paso, se cultiva la mente, ¿qué más se puede pedir, dice Eric Rodríguez, uno de los alumnos del equipo ganador.