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JUAN DE LA CIERVA JUAN DE LA CIERVA

Juan de la Cierva y Codorníu (1895-1936) nació el 21 de septiembre de 1895 en Murcia, ciudad en la que vivió hasta su traslado a Madrid, por motivo de los cargos políticos de su padre D. Juan de la Cierva y Peñafiel.

En el Madrid de la época que contaba con 400.000 habitantes y concretamente en el colegio del Pilar, situado a la sazón en la calle de Goya nº 13, inicia Juan de la Cierva su bachillerato junto a Ricardo de la Cierva (su hermano). Allí conoce a dos de los personajes que quedarían unidos para siempre a la historia de nuestro amigo y marcarían en parte su futuro, uno de ellos: José Barcala, el otro: Tomás de Martín Barbadillo. Con B de Barcala, C de Cierva y D de Díaz, de Pablo Díaz, hijo de un carpintero que tenía a la sazón, un taller en la calle Velazquez nº 10 de Madrid esquina a Villanueva, se constituyó la que sería una de las sociedades pioneras en la construcción de aeroplanos en España, la B.C.D. Su gran interés por la aeronáutica hizo que, incluso cuando estaba estudiando ingeniería en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en Madrid, continuara con sus estudios sobre aeronáutica en su tiempo libre siguiendo los trabajos de F. W. Lanchester y N. Jonkowski. A partir de 1916 se dedicó a realizar proyectos y a construir planeadores y aviones de ala fija; sin embargo, en 1919 un biplano experimental trimotor diseñado por él se estrelló. Como consecuencia de este accidente, De la Cierva decidió cambiar los diseños de aviones de ala fija por los de alas giratorias. 
Sus tres primeros prototipos fracasaron porque los rotores estaban fijos de forma rígida al cubo central. Sin embargo, articulándolos libremente consiguió la suficiente fuerza de sustentación para que la máquina volara. El primer autogiro se elevó aproximadamente 200 m en enero de 1923, y realizó tres vuelos sucesivos, uno de ellos de 4 Km. aproximadamente. Después de diversas investigaciones y mejoras, en 1925 De la Cierva se trasladó a Gran Bretaña para continuar con su trabajo, y allí pronto pudo crear una compañía comercial: la Cierva Autogiro Company. Fundó también otra compañía para el desarrollo del autogiro en Estados Unidos, e hizo demostraciones de su aparato en Francia, Italia y Alemania. 
De la Cierva continuó desarrollando sus diseños, haciendo volar un autogiro a través del Canal de la Mancha en 1928, y desde Inglaterra a España en 1934. Sin embargo, no vivió lo suficiente para ver su autogiro convertido en helicóptero . En 1936 volvió a Gran Bretaña y murió en un vuelo de rutina al estrellarse el avión de pasajeros en que viajaba en el aeropuerto de Croydon, cerca de Londres, en 1936.

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