Verano 2017
Siete fueron las visitas que pude hacer en el verano de 2017 a este entorno tan especial que son las riberas del río Manzanares cuando empieza a dejar atrás la ciudad de Madrid, y el número de especies nuevas que he atrapado con la cámara de fotos es importante.
Empezamos el repaso con dos pequeñas arañas: Runcinia grammica Koch, 1837 y Larinia lineata (Lucas, 1846).
Aparecieron tres himenópteros nuevos, de los que no ha sido posible determinar la especie: Epeolus sp. Latreille, 1802 (las dos primeras imágenes); Megachile sp. Latreille, 1802 y Cerceris sp. Latreille, 1802.
Entre los dípteros: Anthrax anthrax Schrank 1781, Chrysomyia albiceps (Wiedemann, 1819) y Musca osiris Weidemann, 1830.
Las mariposas nuevas han sido estas cuatro: carmín de los sauces Catocala electa (Vieweg, 1790); gris estriada Leptotes pirithous Linnaeus, 1767; Náyade Celastrina argiolus Linnaeus, 1758 y Lobito meridional Pyronia cecilia Vallentin, 1894
Completamos los artrópodos con dos chinches, un coleóptero y un odonato: chinche mediterránea Carpocoris fuscispinus (Boheman, 1851); chinche de campo común Spilostethus pandurus Scopoli, 1763; Blaps lusitanica Herbst, 1799 y Sympetrum fonscolombii Selys, 1840.
Y, aunque es cada vez más difícil, siempre aparecen nuevas aves para alegrarnos los paseos: un bando de una docena de palomas zuritas Columba oenas Linnaeus 1758; el pardillo común Carduelis cannabina (Linnaeus, 1758) y un ave seguramente escapada de su cautiverio y que no he vuelto a ver después, el inseparable de mejillas rojas Agapornis roseicollis (Vieillot, 1818).
Como siempre, agradezco enormemente a Isidro Martínez, Piluca Álvarez y Nacho Sevilla las identificaciones.
Y ví más que no fotografié y había más que no vi.